Desde el primer día de vida los bebés tienen capacidades visuales, aunque todas ellas muy poco desarrolladas.
La medida de agudeza visual que utilizamos como referencia de la visión de cualquier individuo, es muy burda en el recién nacido aunque aumenta exponencialmente durante los primeros 6 meses de vida, llegando a alcanzar agudezas visuales desde 0,2 a los dos meses hasta 0,5 a los seis meses.
A partir de esta edad el desarrollo de la agudeza visual es más lento alcanzando el valor de 1.0 o la máxima agudeza visual aproximadamente a los 5 años de edad.