VISIÓN Y DEPORTE

La mayoría de los deportes tienen una gran implicación con la visión. En la actualidad se puede mejorar el rendimiento deportivo mediante un estudio de las funciones visuales y establecer un plan de ejercicios específicos para cada deporte.

Actualmente sabemos que el 70% del cerebro está implicado en funciones visuales. La visión es un proceso de captación de señales luminosas del exterior por parte del ojo, que deben llegar al cerebro, a través de la vía óptica, donde se procesan, se reconstruye el mundo exterior, se toma consciencia de esa información y se elabora un plan de acción motor, como por ejemplo mover un brazo para alcanzar una pelota.

Cada deporte tiene unas implicaciones diferentes sobre el aparato visual y es muy poco frecuente que en un determinado deporte no haya una relación importante con el sistema visual. En deportes como el esquí es fundamental la protección de los ojos frente a las radiaciones ultravioleta y en otros como el tenis o el squash, la velocidad de la pelota obliga a tener unos reflejos visuales muy buenos para poder ajustar el movimiento al impactar la bola.

Por tanto, la visión engloba una serie de actividades susceptibles de entrenamiento y mejora, y en el caso del deporte las habilidades más relacionadas son:

-Agudeza visual estática: Habilidades que permiten discriminar detalles de los objetos estáticos en condiciones de reposo del sujeto. Por ejemplo, los deportes de precisión como el tiro o el golf.

– Agudeza visual dinámica: Habilidades de discriminar detalles cuando existe movimiento entre el objeto y el sujeto. Puede darse el caso que se desplaza el sujeto (automovilismo), el objeto (tiro al plato), o ambos (tenis).

– Función de la sensibilidad al contraste: Determina la sensibilidad visual del deportista en distintas condiciones de iluminación.

– Movimientos oculares: De seguimiento, sacádicos y de fijación, que permiten la movilidad del ojo para explorara el espacio en todas las direcciones. Por ejemplo, en los deportes de pelotas.

– Flexibilidad de acomodación: Habilidad del deportista de enfocar rápidamente objetos situados a diferentes distancias.

– Percepción de la profundidad: Habilidad que permite predecir las distancias entre el jugador, la pelota, compañeros, contrarios, líneas de juego..

– Visión periférica: capacidad necesaria para poder detectar y responder a estímulos visuales ubicados en áreas del campo visual alrededor del punto donde se fija la mirada. Por ejemplo, jugadores de baloncesto.

Y el tiempo de reacción visual también es importante señalar puesto que siempre se intenta potenciar la mayor rapidez de respuesta posible.

Muchos deportistas de elite del futbol, basquet, pilotos, etc., realizan entrenamientos visuales con el fin de mejorar el rendimiento de cada deporte.

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