El Tracoma es una infección bacteriana del ojo, es causado por infección con la bacteria Chlamydia trachomatis.
Esta enfermedad se presenta en todo el mundo, principalmente en zonas rurales de países en desarrollo y afecta con frecuencia a los niños. Aunque el tracoma es poco común en los Estados Unidos, ciertas poblaciones marcadas con la pobreza o mala higiene presentan un mayor riesgo de contraer esta enfermedad.
El tracoma se propaga a través del contacto directo con el ojo o nariz infectados, secreciones de la garganta o por el contacto con objetos contaminados, como toallas o mala higiene presentan un mayor riesgo de contraer esta enfermedad.
Los síntomas comienzan de 5 a 12 días después de haber estado expuesto a la bacteria, y destacan los ojos rojos, las secreciones, fotofobia, el lagrimeo excesivo, y también, opacidad de la córnea, secreción ocular, inflamación de los ganglios linfáticos justo delante de las orejas, párpados inflamados y pestañas invertidas.
Un examen ocular puede relevar cicatrización en el interior de los párpados, enrojecimiento y crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en la córnea.
Se necesitan pruebas de laboratorio para identificar y detectar con precisión la bacteria y diagnosticar el tracoma.
Los antibióticos pueden prevenir las complicaciones a largo plazo si se usan al comienzo de la infección y pueden abarcar eritromicina y doxiciclina. En ciertos casos, puede ser necesaria la cirugía de párpados para prevenir la cicatrización crónica que, si no se corrige, puede conducir a ceguera.
Las mejoras de las condiciones sanitarias y evitar compartir elementos como toallas son medidas importantes para limitar la propagación del tracoma.