Las lágrimas se relacionan con la tristeza, emoción, alegría,…, pero las lágrimas son algo más, son las encargadas de limpiar la superficie de nuestros ojos.
Las lágrimas que salen del lagrimal es un líquido compuesto por agua, sales y enzimas bactericidas que producen las glándulas lagrimales.
Éstas salen siempre que parpadeamos, aunque no lo podamos apreciar, con el objetivo de proteger la córnea y eliminar los microbios, el polvo y demás agentes que pueden dañar el ojo.
A su vez evita que el ojo se seque.
Las lágrimas son producidas por las glándulas lagrimales. Por el conducto lagrimal llegan a una pequeña abertura que se encuentra en la esquina del ojo y que se conoce como conducto nasolagrimal.
En ocasiones este conducto se puede obstruir, lo que provoca que la lágrima se acumule y surjan un lagrimeo sin que se esté llorando. Este problema es bastante común en bebés cuando aún no está desarrollado totalmente su conducto nasolagrimal, los conductos lacrimales son muy finos o simplemente nacen con uno o los dos taponados.
En el caso de los adultos el problema puede surgir como consecuencia de una infección o lesión que, junto con el lagrimeo, pueden provocar otros síntomas como irritación ocular, legañas o visión borrosa. Si el problema no se corrige, la acumulación de la secreción puede dar lugar a la aparición de un bulto en la zona que, aunque en raras ocasiones, puede agravar la afección.
En los recién nacidos hay que esperar que el conducto se abra totalmente por sí solo, pero mientras hay que evitar que se obstruya lo menos posible.
Para ello se aconseja realizar masajes del saco lagrimal y limpiar las secreciones, resulta efectivos en algunos casos porque el masaje aumenta la presión hidrostática del líquido del interior del saco lagrimal, lo que consigue romper la obstrucción membranosa y vaciar el saco lagrimal para así evitar una posible infección.
En el caso de los adultos, el masaje también puede ser la solución, pero si el lagrimeo es constante se debe acudir al especialista para que sea él quien indique el tratamiento a seguir, ya que dependerá de si hay infección o no.