La Ambliopía, más conocida como ojo vago, es la pérdida de la capacidad de un ojo para ver los detalles incluso con la máxima corrección y es la causa más común de problemas de visión en los niños. Esta condición afecta aproximadamente a 3 de cada 100 niños y a menos que sea tratada continúa en la edad adulta.
La ambliopía ocurre cuando las células del cerebro encargadas de recibir la información visual, no se estimulan de forma correcta durante la infancia. Esta estimulación anómala conduce a un mal desarrollo de la corteza visual y por lo tanto se produce la ambliopía.
Existen tres motivos que producen una mala estimulación:
- una imagen borrosa producida por un error refractivo como miopía, hipermetropía y astigmatismo
- imágenes diferentes en cada ojo secundaria a un estrabismo
- la deprivación de una imagen como ocurre en caso de cataratas congénitas
Como en la mayoría de los casos, la ambliopía u ojo vago ocurre sin que el niño se dé cuenta, es muy importante realizar exámenes visuales preventivos a niños para poder revertir el problema. Aunque los últimos estudios indican que la ambliopía se puede tratar incluso en edad adulta, el pronóstico de mejora es mucho mayor cuanto antes se trate.
El tratamiento más efectivo consiste en corregir con gafas o lentes de contacto el error refractivo, ocluir el ojo bueno según los nuevos estándares, y terapia visual para adquirir las habilidades finas de la visión para asegurarnos que la recuperación se mantiene.
Al ser la ambliopía un problema que ocurre en la infancia pero se mantiene en la edad adulta si no se trata, debemos diagnosticarla lo antes posible y actuar siguiendo los protocolos actuales de tratamientos que han sido comprobados científicamente.